martes, 6 de julio de 2010

Pecados y muñecas.

Su corazón...aislado de la soledad, naufragando entre tiburones blancos y pirañas intenta huir del peligro pero le acecha por todas partes; está en cada rincón.

Su cara reflejada en una muñeca de porcelana, sn rostro, sin expresión; pálida y fría sigue sentada como adorno de decoración. Sus ojos descansan en el desierto secos, sus palabras se ahogan en un silencioso eco. Sus orejas sordas por tantos chillidos que mana de su alma, en sus manos se puede ver esas venas azules que desean salir de esa prisión que le atrapan.


Cenicienta sin zapatos ni vestido va respirando dolor a cada paso, encadena a su alma y le arrastra con ella y su muñeca. Dicen por ahí que la muñeca le ha robado media alma y que le va carcomiendo poco a poco su interior.
Sale a la calle con su vestido de novia y nadie la mra, nadie la observa; es transparente, como su su corazón. Ha sido tan amartilleado que ha creado daños exteriores, los agujeros que antes perforaban su alma ahora también perforan su mirada con agujas de sangre congelada.
Donde se quedó el ángel que la protegía, que le pasó para que dejara de realizar su función mientras ella desfallecía. Porque la abandonó en medo de este juego de ajedres, que escusa tiene para hacer algo tan soez.
Le faltan dedos con los que enumerar sus pecados y por ello renunció a su alma para haber si eso sanaba el dolor que le acongajaba. Aún con todo no fue suficiente y ahora va buscando remedios entre calles desiertas, busca con ojos borrosos algo que le ayude a superar su presente, y no hay nada. Nada que detenga su insistente y constante presión, nada que le ayuda a evaporizar su frustación contenida.
Y se quedó sola en medio de ese rincón, ese rincón que le hizo fuerte y ahora busca en el la muerte. Tu muñeca ha dejado de ser la que ella era, tu eras su esfera, su niñera... has destrozado tu tejado y has sufrido demasiado... No dejes que el odio sea tu fiel amigo en este final garantizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores