martes, 6 de julio de 2010

Velas descorchadas

Apago una vela y olvido tu nombre, olvido tu rostro, olvido quien eres... Solamente oigo esa voz que desprende fuego, esa voz cariñosa que te acobija de los terrores de una fría vida.
De pronto te callas y creo vislumbrar tus ojos en medio de estos metros cuadrados, la humedad que sitia tus ojos se ahoga en mis manos acalorada a causa de esta situación embarazosa.

Noto tu respiración a solo unos centímetros de mi faz sonrojada, oigo el "tic-tac" del aire que entra y sale de tu boca; Estamos tan cerca y ni siquiera tenemos el valor de acercarnos, n siquiera somos capaces de destruir el silencio que amartillea a nuestros oidos.
Tenemos el comodín en nuestras manos por si queremos huir y dejar esos pequeños metros atrás... pero ninguno de los dos queremos dejar esto.
Tachamos esa opción de nuestra cabeza y nos centramos en quedarnos igual de ivmóviles que hace aproximadamente doce minutos.

Dos minutos más tarde me sorprendes y acojes mi mano, con miedo de no tocar nada que corte el momento... Entrelazas mis dedos entre los tuyos y te dispones a buscar mi otra mano para realizar el mismo proceso.
Creo escuchar una pequeña risita por lo que creo entender que estas ganando. He tirado el comodín hace más de cinco minutos y no me he resignado a darme cuenta.
Has conseguido ganar desde el principio del juego por muy quieta que quedara... He perdido esta jugada pero la partida no ha concluido, por lo que entiendo que en las jugadas siguentes no seré yo quien salga victoriosa.


Empieza tu turno y das un pequeño y sigiloso paso, ya que es el tope de lo que puedes andar; tus pies estan en frente a los mios, juntados de tal manera que noto como tus dedos tocan de una manera graciosa los mios.
Tu sigues avanzando y unos de tus extensos dedos danzan hasta posarse sobre mi pelo, se deslizan suavemente entre el fino tejido y al acabar recoges mi barbilla y la acercas hasta la medida de tus mejillas.
Una vez allí ya es tarde para comenzar mi jugada, diria incluso que estoy intentando perder. Ahora ya no cuento los minutos ni me distraigo por el silencio. Tu boca y la mia estan solamente a dos movimientos...


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