domingo, 3 de junio de 2012

Días de reflexión.

Cada vez es más difícil expresar cada diminuta cosa que esconde mi ser, cada vez cuesta más gritar y contarlo todo a los cuatro vientos y quedarte tranquila.

Esta es otra de esas caídas tontas que la gente tiene, otra de las muchas que me vendrán, con recuerdos e historias obstruyendo mi salida, dejándome en el frío suelo durante unos días.
Cuesta tanto... cuesta tanto escribir cuando notas que tu corazón se ahoga en lágrimas, cuando en vez de palabras... ves un charco lleno de papeles mojados, tu vida mojada flota por un charco lleno de barro.

y aún así sacas tu mejor sonrisa, la que la gente adora, la Laura que todo el mundo aprecia, la divertida y extrovertida Laura...y asi es cada comienzo de cada decaida, tragar todo lo posible, y no pensar en ello, ser feliz en tu mundo de mentiras.... hasta que llega el dia que la careta se despega y te ves a ti, a todo eso que has llevado contigo bajo en brazo sin mostrarlo, tanta historia, depresiones que en realidad nunca se curaron, y con  ello llega el odio infinito hacia el mundo, hacia la vida.

No me gusta sufrir pero cuando me toca, sufro el triple de lo que debería.
Llorar sin que nadie te escuche es la gota que colma el vaso entre este trágico y penoso texto.


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