sábado, 15 de enero de 2011

Cielo y Tierra

Se querido abuelo, que hablo de ti en mil y un textos escritos... que te pienso aún cuando la cuidad está durmiendo y que nunca veo el momento de dejar de llorar por ti.
Fuiste lo mejor y lo peor que tuve: Lo mejor por darme la mano llevándome hacia esa realidad oculta que si existe, llevándome a la oscuridad pero siempre con una linterna y una manta para arroparme, lo peor por tener que irte sin enseñarme a ser independiente, a confiar en los demás... en otras palabras, por no enseñarme a querer a otros que no fueran tu.
Hoy pienso como hubiera sido yo si tu siguieras aquí, hoy pienso como sería mi personalidad si nada de lo que pasó hubiera pasado...
Puede que hubiera sido más feliz pero también más tonta, porque no habría pasado por ninguna tormenta ni me habría afrontado a huracanes infernales. Y la verdad, que prefiero aprender cayéndome todas las veces que haga falta que aprender a ser inculta y a ser la niña más feliz.
Para mi la felicidad no es tener ni buena suerte, ni tener todo lo que deseas, ni vivir sin miedos.
Para mi la felicidad es darte cuenta que las lágrimas han de existir para poder vivir, que el dolor tiene que estar presente para saber lo que es sentir y que la vida hay que ganársela para entender lo que es.




Cuando te fuiste, creí que ya había acabado mi vida... ¿ increíble eh? Con nueve años y llegar a pensar tal cosa...Como una niña puede llegar a pensar con la conciencia de una adolescente y creer que puede dejar sus queridas muñecas para ir a jugar entre tumbas y rosas muertas...
Pasé de niña a mujer en pocos días, pase de soñar con un mundo perfecto sin hacer nada a ganarme el pan y las sonrisas de cada día. Entendí entonces... que las sonrisas y alegrías había que ganárselas con esfuerzo y sudor. Nada es gratis, ni siquiera los sentimientos.
¿ y sabéis qué? Me gusta, me gusta acabar con esfuerzo cada día sonriendo y sabiendo que al día siguiente me esforzaré el doble para llevar las riendas de mi vida.

Respecto a ti, gracias por enseñarme que cuando muere una parte del corazón otra renace...

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