jueves, 27 de enero de 2011

Fotografía

A través de un objetivo puedes visualizar ese paisaje perfecto, ese cielo con nubes en forma de corazón en el que te gustaría formar parte de el.Una cámara...da igual si es buena o mala y captar todas esas pequeñas cosas mágicas que se esconden en este pequeño mundo donde la fantasía ya parece no existir.
Recorres la cuidad para conseguir la foto perfecta que te ayude a soñar esta noche, la foto exacta para que te haga olvidar todo el horror que se esconde en estas calles sin dueño. Buscas todo tipo de emociones... Soledad, fantasía, tristeza, miedo...buscas lo real y a la vez irreal, la mezcla perfecta para vivir y soñar.
Cuanto más te metes en las fotos, más pequeña te sientes, ves que no eres tan grande como creías y que la naturaleza realmente merece la pena.
Obtienes imágenes realmente alentadoras y abatidas...imágenes que te hacen reír, llorar... o simplemente te hacen sentir que realmente eres muy afortunada.
Captas a los cisnes uno detrás de otro nadando entre aguas, ese vagabundo desolado durmiendo entre cartones de un juguete con el que algún niño ha sido premiado, esos pequeños gatos recorriendo las carreteras huyendo de vehículos feroces, ese árbol lleno de nidos de pájaros, ese corazón dibujado en la arena por dos enamorados, esos dos ancianos sentados en un banco y sonriendo como cuando eran jóvenes,
ese huérfano que no sabe ni que hacer ni adonde ir, esa puerta de la iglesia con dos recién casados entusiasmados y felices, esas hormigas escondiéndose de las pisadas de la gente... tantas cosas buenas y malas de las que no nos damos cuenta...
Hoy mi cámara se siente feliz por haber podido coleccionar tanta imagen preciosa y melancólica.


No somos tan grandes como nos creemos ni damos verdadera importancia a cualquier cosa que nos rodea.

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