miércoles, 8 de diciembre de 2010

Aveces... tienes tantas ganas de chillar, de escribir hasta que te sangren las manos... y lo cierto es que coges un bolígrafo y no te sale ni una sola palabra.
Tantas son las cosas que se acumulan ahí dentro de ti, que no sabes como sacarlas una por una, porque todas se juntas y se forma un tapón, un tapón que no te deja ni pensar ni actuar, ni siquiera caminar. Es como un bebé sin pensamientos. No hay nada, nada queda.

ahora ya no sabes que es con lo que te tienes que reír y en que momento debes de llorar... llorar, ¿porque se llora cuando no sientes nada? ¿quizás sea costumbre? Se supone que cuando lloras es por excesiva felicidad o por pésima alegría... pero llorar sin sentir? Es como si pretendieras que una planta te dijera te quiero... imposible.
Supongo que seré una paranoica, una loca que se creé madura con 17 años.
Madura con 17 años? ¿acaso es posible?
Soy una pequeña inculta que piensa que la magia existe, lejos... pero que existe. Eso no es ser maduro, eso es ser idiota.

Llorar...
y así acabó muriendo la princesa.
...Doncella llorona que se quita la vida entre pensamientos subnormales.

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