sábado, 9 de octubre de 2010


Jamás conocerás la realidad que aborda tus ojos,
corazón que agacha la cabeza y en silencio lo dice todo, soledad.

Aislada en la añoranza del pasado, un viaje de vuelta que no tiene ida, nada queda, ni siquiera una gota de sangre que le haga sentir dolor.
La vida ha echo de ella una muñeca, mona,sonriente...pero nada más. Ni siente ni padece, solo sueña en su mente marginal que tal vez un día, ya sea mañana o dentro de 20 años..llegará su día, el día en que todo se pudra y empieze un veneno nuevo, un veneno que no sea tóxico sino exicitante.

Se ha cansado de resguardarse entre madrigeras peligrosas, escondrijos nada seguros que le afectan tanto físicamente como mentalmente.


Ya no quiere ser princesa, pues los sapos le visitan cada noche y entre sábanas de sudor le susurran que las
princesas son esas, esas que sufren tanto. Princesas que aparentan tener toda la felicidad en sus manos aunque más bien sea lo contrario, que solo sonríen por y para el pueblo, para su gente.
Ella sabe que es una princesa desdichada que ha fracasado desde que el viaje de su vida comenzó. No valoró lo que un día tubo y la oscuridad cayó en sus manos. Los ángeles fueron aplastados por bestias infernales y ahí se inició el calvario, el calvario de su subsistencia.
Amigos muchos tiene, amor todo lo que quiere y más, atención demasiada...
Ella no quiere eso, algo nuevo...¿el qué? Aún no lo sabe.


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