martes, 6 de julio de 2010


Se detuvo en seco.Ella se fue, la perdiste.
Su corazón dejó de latir y tus irremediables ganas de vivir junto a ella dejaron de existir.
Se ha derramado un alma y piensas que con ella se fue la tuya, y ahora te das cuenta.
Ahora es cuando piensas que te portaste como un imbecil al liarte con su prima dos días antes de vuestra boda y que por muy tonta que fuera la chica ella te perdonó, porque realmente te quería.
ahora es cuando piensas que no le tendrías que haber dejado de lado cuando ella sufría anorexia, y ella solo lo hacia para ser la chica perfecta con las medidas perfectas solo para ti y aún con todo ella fue la que te pidió de rodillas que volvieras a su lado.
Ella es la que vivió encerrada en un mundo de locos y tu eras su única salida.
Ahora es cuando te das cuenta de todo, de que la amabas por encima de cualquier cosa y no supiste apreciar lo que tenías en tus manos, tenías en tus manos una vida que solo dependía de ti, como la tierra que no puede vivir sin sol, tu eras su sol.
Ahora es cuando desearías no haber cogido el coche esa noche y en una de vuestras broncas decidiste darle al acelerador más de lo que devías y sabías que ella estaba en el asiento del copiloto.


Por tu parte unos cuantos arañazos y un corte en la pierna, por su parte un cuerpo inocente muerto y sin posibilidades de vias de escape.
Fin de la historia, lo demás es de esperar. El cumple su condena en prisión y a su salida se mata en la misma autopista en la que cayó el alma de su amada.

No damos importancia a las cosas que tenemos y asi es como luego el remordimiento perdura en nuestra sangre en cada una de nuestras venas.
No asimilamos que un día lo poco que tenemos se nos puede deslizar de las manos y quedarnos sin ese poco, ese poco que era un todo.
Creemos que esta clase de historias son las que le ocurre a alguien de 1 entre un millón y lo cierto esque a más de medio de ese millón le ocurre una tragédia semejante.
No aprovechamos lo que nos dan y asi es como acabamos, dando de lado a la vida para pasarnos al bando de la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores