martes, 6 de julio de 2010

Esclavitud eterna.

Has despertado a la bella dumiente que esperaba ansiadamente tu mirada. Mi locura por ti ha roto la muralla de los límites.
Eres el accidente natural más trágico por el que sufre mi piel el impacto que has provocado en mi nada, mi esclavitud eterna.
Eres mi enfermedad crónica, el veneno que se desliiza goteando, manchando cada vena, una por una. Eres la aguja que transpasa poco a poco cada milímetro de mi piel. Tus punzantes colmillos jugetean mosdisqueando cada trozo de carne viva, erea la era de la vela encendida que quema, la operación más dura, mi guia prohibido.
Eres mi gran perfecto error cometido...(L)

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