Los días pasan y realmente no sé que es lo que estoy esperando que suceda.
Si abrir la puerta y encontrar un maletin de billetes, un maletin de metas, o un maletin de sonrisas, pero siempre abro la puerta y no hay nada, y me conformo con el maletin de esperanzas que guardo debajo de la cama.
Odio abrir ese maldito maletin, por que cada vez que lo abro hay menos esperanzas y pienso que será del día que no haya nada.
Maldita incertidumbre, maldito suspense, maldito futuro incontrolable.
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