miércoles, 23 de marzo de 2011

Cenicienta

Cenicienta descansa en su cama ahogada en llantos y aguas amargas, sollozos que cansan a sus ojos, y tras el agotamiento... sus ojos se recuperan durmiendo al fin una noche más.
ya es de día y no es alegría lo que se respira en la habitación de Cenicienta, abre los ojos sin entusiasmo ninguno y su poca energía por levantarse vuelve a flojear y con ello se van sus ganas de comenzar a andar por lo que su debilidad le obliga a arrastrarse en la cama, otra vez más...

Este cuento no es otro cuento más de doncellas que pierden su zapatito de cristal y su principe viene y son felices para siempre, esta Cenicienta moderna no tiene ni siquiera ganas de encontrarse a si misma, sus mañanas la enzarzan a encadenarse entre espejos malditos y cristales perversos que le hacen ver que su cuerpo es lo más horrible que le ha podido pasar.

Cenicienta piensa que su vida es alcanzar la libertad... pero su libertad no es la más adecuada.
Su repulsivo cuerpo le margina de la sociedad y su salvaje estómago se ha acostumbrado a beber agua y nada más. Cenicienta es un ala que intenta ser pluma, una montaña que intenta ser roca...Su silueta natural se ha convertido en una vida artificial que ha echo de ella una muñeca trapo, mustia por fuera y famélica por dentro.




Pequeña Cenicienta...
¿ Enserio es esta la manera con la que quieres morir?

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